Cap 4 «Avivamiento en Ginebra»

Juan Calvino nació el 10 de julio de 1509 en Noyon, Francia. A los catorce años fue enviado a estudiar teología a la universidad de París por su padre. Cinco años después, cuando su padre tuvo problemas con la iglesia católica, fue enviado a estudiar leyes en Orleans y Borges. Su padre falleció en mayo de 1531, y Calvino finalmente regresó a estudiar a la universidad de París y volvió a estudiar literatura clásica y teología.

El primero de noviembre de 1533 ocurrió un accidente que muestra un cambio drástico en sus convicciones religiosas. El rector de la Universidad de París, Nicolás Cop, amigo de Calvino, pronunció un discurso en ocasión de la apertura del año académico; pero más que eso, fue un sermón que mostraba una clara influencia tanto de Erasmo como de Martín Lutero. En este sermón, Cop defendió la doctrina de la justificación por los méritos de Cristo, a la vez que protestó contra los ataques y persecuciones de que eran objeto los que disentían de la Iglesia de Roma. Este discurso causó el enojo y la persecución de las autoridades. Motivo por el cual Calvino y Cop tuvieron que huir de la ciudad.

Después de pasar un tiempo en Basilea, Suiza, (entre 1534 y 1536) decidió irse a vivir permanente a Estrasburgo para continuar su vida de estudios en tranquilidad. Sin embargo, debido a la guerra entre Francisco I (rey de Francia) y Carlos V (el emperador romano), tuvo que tomar una ruta indirecta que lo obligó a pasar una noche en Ginebra. Esta desviación le permitió conocer a Guillermo Farel, quien había estado dirigiendo la influencia de la Reforma protestante en esta ciudad los últimos diez años.

Farel lo convenció que Dios lo había traído providencialmente a Ginebra, y que era su deber quedarse allí para ayudar con la obra que Dios había comenzado ya. Aunque no era el plan ni el deseo de Calvino en el momento, su deseo de seguir el llamado de Dios en su vida fue la convicción que lo llevó a quedarse.

Calvino se había convertido en el principal colaborador de Guillermo Farel en la tarea de proseguir en el proceso de reforma. Para tales fines, en noviembre de 1536 Calvino presentó ante el Consejo una confesión de fe de veintiún artículos que el pueblo debía aceptar bajo juramento.

Muy pronto, Farel recibió una invitación de urgencia a la ciudad de Neuchatel, que había aceptado la reforma. Calvino, habiéndose quedado solo en Basilea, fue invitado por algunos pastores de Estrasburgo a que aceptara el pastorado de una iglesia de refugiados franceses. Ahora, con veintinueve años, pasó tres años en Estrasburgo, donde sirvió como pastor hasta 1541, disfrutando de un tiempo de mucha tranquilidad y sosiego.

Durante su estancia en Estrasburgo, la situación en Ginebra se tornaba cada vez peor, de tal manera que el Concilio General de la Ciudad le pidió a Calvino que retornara como pastor.  Al leer la carta, Calvino estalló en llanto.  Era una decisión muy difícil para él, pero después de 10 meses de mucha lucha, decidió regresar.

Calvino regresó a Ginebra el 13 de septiembre de 1541.  Ginebra se convirtió en un núcleo misionero muy importante. Este esfuerzo produjo resultados, sobre todo en Escocia (con John Knox) y en Francia. En 1555 solo había una iglesia Reformada organizada en Francia. Siete años más tarde eran cerca de dos mil, algunas de ellas de un tamaño considerable. Introdujo el oficio pastoral, la consejería pastoral.

Juan Calvino soñó con hacer de la Iglesia de Ginebra y de la ciudad, un lugar donde estuviera el Reino de Dios establecido, y en la gracia de Dios, pudo verlo.