El espíritu Santo está trabajando en este tiempo, está purificando y perfeccionando a su pueblo. Hay juicio en la casa de Dios y es el trabajo del Espíritu Santo.

El Señor está purificando a los sacerdotes, a los líderes y está invadiendo los lugares secretos del corazón como fuego consumidor, muchas veces Dios se reveló como fuego. Moisés lo vio en la zarza ardiendo, Ezequiel lo vio como un hombre de fuego, el anciano de días estaba sobre un trono de fuego, Jesús bautiza con fuego, el día de pentecostés envía lenguas de fuego, en el camino a Emaús sus corazones ardían, en apocalipsis 1, Jesús tiene ojos de fuego. Dejemos que el fuego de Dios queme la religiosidad, que nos libere de los lugares donde hemos corrido, y que el fuego toque tus ojos, tus oídos, tus labios, tus manos, tus pies. Porque el fuego quema la religión, quema nuestra manera religiosa e incorrecta de ver a Dios, quema la vergüenza y temor y nos introduce a Dios como el esposo.

Dios es nuestro esposo y Él es un novio apasionado y celoso. La Biblia empieza con una boda y termina con una boda y veremos a la Iglesia mundial, salir de la religiosidad, salir del temor y de la vergüenza.

Entraremos a una intimidad profunda con Dios y lo conoceremos como un Dios tierno, vamos a conocerlo como un novio apasionado.

El Espíritu Santo es el planeador de la boda y nos está preparando para el día de la boda y nos está diciendo quien es el novio, está abriendo la palabra de Dios acerca de que es el novio. Somos amantes, no somos trabajadores.

No es el Espíritu y la Iglesia, no es el Espíritu y el ejército, no es Espíritu y el lugar de trabajo, ES EL ESPÍRITU Y LA ESPOSA.

Dios está removiendo la ropa sucia de la Iglesia y le está dando una vestimenta nueva. Él está rompiendo el poder de la hechicería, está rompiendo el poder de las mentiras y la acusación, y el Espíritu Santo nos está despertando a nuestra nueva vestimenta: la vestimenta de Novia.

Zacarías 3:1-7 En esta imagen, Josué, el sumo sacerdote, estaba en pecado y estaba comprometiéndose ante el Señor y el Señor reprende a satanás. Así mismo hoy el Señor se está levantando y está reprendiendo a satanás. Está rompiendo el poder de la acusación. Dios está rompiendo la confusión de la acusación.

El diablo siempre está mintiendo, y no miente acerca de quien es Dios y le miente a Dios acerca de ti, te miente a ti sobre quien eres y les miente a ustedes sobre ustedes mistos y crea una telaraña demoniaca de acusación. Pero Dios está levantando un pueblo nuevo que sale de la acusación y van a entrar en acuerdo de quien dice Dios que somos, y estarán de acuerdo de lo que Dios dice del prójimo. Vestimentas nuevas llegan a sus vidas el día de hoy.